A pesar del extenso litoral marítimo de Argentina y su diversidad en las especies acuáticas, el consumo de pescados y mariscos en el país es significativamente bajo. ¿Es una cuestión cultural? ¿Existen recursos y políticas públicas para transformar esto, incentivando nuevos consumos y mejorando así también la calidad de vida de la población?

A pesar de que Argentina cuenta con un extenso litoral marítimo de 4.700 kilómetros y una diversidad de más de 90 especies acuáticas, el consumo de pescado en el país es notablemente bajo. Según diversos estudios y observatorios al respecto, el consumo anual per cápita de pescado es de aproximadamente 5,1 kilogramos, cifra que ha disminuido un 26% en los últimos tres años. Esta cantidad es considerablemente inferior al promedio mundial de más de 20 kilogramos por persona y también está por debajo de países vecinos como Chile (13 kg) y Brasil (10 kg).
Respecto a esa baja en el consumo hay quienes entienden que se debe a una cuestión cultural con frases como “El argentino vive de espaldas al mar, por eso no come pescado”; y quienes entienden que es necesario generar campañas masivas y sobre todo garantizar el acceso de pescados y mariscos de buena calidad en todo el territorio argentino, acompañando claro este acceso con políticas públicas que incentiven el consumo, que informen sobre variables y opciones; y sin dudas, los beneficios que trae para la salud.
En estos términos existe una clara coincidencia entre ambas posturas; no es una cuestión de precios o valores sino de acceso. No es una cuestión de preferencias de una proteína por la otra, sino la falta de información de como, por ejemplo, consumirla.
Campañas de promoción y estrategias vigentes
En el año 2012 se crea en el ámbito de la Subsecretaria de Pesca y Acuicultura, la Coordinación de Promoción de Consumo de los Recursos Vivos del Mar; con la finalidad de atender estas demandas como Políticas Publicas, teniendo como objetivo principal el armar campañas de promoción del consumo de pescados y mariscos en todo el territorio nacional, articulando con los gobiernos locales operativos que permitían el acceso a productos de primera calidad con valores “solidarios”. Programa que funciono hasta findes del 2015. Y si bien el programa mantuvo su orden orgánico dentro de la estructura, los cambios en la gestión publica hicieron que se desarticulen.
En un nuevo intento, y con otra mirada de la actividad (quizá aprendiendo de las experiencias) el Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación, en conjunto con la Mesa de Promoción del Consumo de Pescados y Mariscos, lanzó la campaña federal “Pescados y Mariscos Argentinos ¡Sabores que te hacen bien!”, bajo el lema “El 19 de cada mes comemos pescado”. Esta iniciativa, establecida mediante la Resolución N° 42/2019, busca otorgar valor a la producción pesquera y acuícola nacional e incentivar su consumo en el territorio.
La campaña ofrece diversos recursos para los consumidores, incluyendo recetarios, información sobre los beneficios del pescado y un listado de pescaderías adheridas. Además, se han desarrollado materiales de comunicación y se promueven acciones conjuntas con el sector gastronómico para fomentar el consumo.
Alcanzan estas acciones para modificar hábitos de consumo
Informes documentan que siempre estas acciones integrales tienen un efecto positivo. Pero lamentablemente no alcanza; para generar una transformación que sea a largo plazo, es necesario aunar esfuerzos de los estamentos del Estado, los productores y quienes intervienen en la cadena de distribución y comercialización.
El desafío que tiene el sector y debería además estar en agenda de legisladores y gobiernos es el aprovechamiento de sus recursos pesqueros abundantes y de calidad, incentivando el consumo interno de pescado fomentando hábitos alimenticios más diversos y saludables entre la población.