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En un paso significativo hacia la sostenibilidad de los recursos marinos y la gobernanza pesquera internacional, Argentina oficializó su adhesión al Acuerdo sobre Subvenciones a la Pesca de la Organización Mundial del Comercio (OMC). La ratificación fue confirmada el día 22 de julio de 2025 en la sede del organismo en Ginebra, posicionando al país entre los más de 70 miembros que ya se comprometieron con esta normativa histórica, adoptada en 2022.

El acuerdo tiene como objetivo eliminar las subvenciones que contribuyen a la pesca ilegal, no declarada y no reglamentada (INDNR), así como aquellas que fomentan la sobrepesca y la sobreexplotación. En el caso argentino, esta adhesión refuerza los compromisos asumidos a nivel regional e internacional en materia de conservación marina, al tiempo que fortalece su reclamo histórico contra las operaciones pesqueras ilegales en el Atlántico Sudoccidental, particularmente en torno a la milla 201 realizada por buques pesqueros arrastreros. 

Un marco que favorece a la Argentina

El acuerdo representa una herramienta clave para reforzar el ordenamiento y el control de la actividad pesquera. Argentina ha tenido un rol activo en el combate a la pesca INDNR y ha desarrollado capacidades de patrullaje, control satelital y regulación interna que le permiten alinearse con los estándares que promueve la OMC.

Además, el país no otorga subsidios directos que estimulen la sobrepesca o la expansión irracional del esfuerzo pesquero, por lo que su sistema de administración –basado en planes de manejo, vedas y licencias reguladas por el Consejo Federal Pesquero (CFP)– ya cumple con varios de los principios del acuerdo. Esta adhesión, por tanto, no implica grandes cambios normativos, pero sí fortalece la posición internacional de Argentina en defensa de sus recursos y en contra de prácticas predatorias que afectan su economía y biodiversidad. Y si bien falta aún la adhesión de otros cinco países, el horizonte está más cerca para que estas medidas entren en vigor.

Implicancias para la industria pesquera

La industria pesquera argentina, ha mostrado durante la última década un enfoque más sostenido en la explotación responsable con una mirada dirigida a lograr la sustentabilidad y el mantenimiento de los ecosistemas marinos en un punto de equilibrio que permita el sostenimiento de la biodiversidad marina y el crecimiento de una industria en constante desarrollo. La adhesión al acuerdo puede ofrecer nuevas oportunidades de acceso a mercados que valoran las prácticas sustentables, al tiempo que protege a la flota nacional de la competencia desleal que implican las subvenciones distorsivas en otras partes del mundo.

Un mensaje político y ambiental

Argentina reafirma así su compromiso con la Agenda 2030 para el Desarrollo Sostenible, particularmente con el Objetivo 14 (Vida Submarina), que busca conservar y utilizar de manera sostenible los océanos y sus recursos. También se alinea con iniciativas de cooperación internacional que buscan frenar la degradación marina provocada por actividades extractivas sin regulación.

En un contexto global de tensiones comerciales y presiones sobre los ecosistemas marinos, esta adhesión posiciona a Argentina como un país dispuesto a jugar un rol activo en la protección del Atlántico Sur y en la construcción de un comercio internacional más equilibrado y transparente, en sintonía con lo que reclaman los nuevos mercados, y consumidores más exigentes. Y esto sin dudas, también responde al rol activo que han tenido los representantes del sector privado, reclamando al Estado mayor compromiso con este tipo de políticas, en defensa de la actividad de forma integral.

Y como ya dijimos, si bien aún falta camino por recorrer, podemos pensar que estamos unos pasos más cerca que esto se haga efectivo y que políticas públicas que van en este sentido resultan beneficiosas.