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La pesquería de Calamar (Illex argentinus) es una de las actividades más relevantes dentro del sector pesquero argentino, tanto por su volumen de captura como por su importancia en las exportaciones. Esta especie ocupa un rol fundamental en la economía pesquera nacional y también en la dinámica ecológica del Atlántico Sudoccidental.

Breve historia de la pesquería

La pesca dirigida al Calamar en la República Argentina comenzó a consolidarse en la década de 1980, pero fue durante los años 90 cuando alcanzó una expansión notable, impulsada por el crecimiento de la flota potera (embarcaciones especializadas en la pesca nocturna de calamar, mediante luces).

El calamar ha sido históricamente un recurso de interés internacional, lo que generó tensiones por la presencia de flotas extranjeras en aguas adyacentes a la ZEEA, especialmente de China, Corea del Sur, Taiwán y España.

A nivel institucional, la pesquería está regulada por el CONSEJO FEDERAL PESQUERO, que determina el inicio de las temporadas, límites de captura y criterios de manejo adaptativo, basados en los informes del INSTITUTO NACIONAL DE INVESTIGACIÓN Y DESARROLLO PESQUERO (INIDEP).

En los últimos años, se han impulsado medidas de seguimiento satelital, observadores a bordo y vedas precautorias, con el objetivo de conservar el recurso y asegurar su sostenibilidad.

Características de la especie

El calamar argentino (Illex argentinus) es una especie de ciclo de vida corto (un año) y rápido crecimiento. Se reproduce una sola vez antes de morir, lo que lo convierte en una especie con alta fecundidad y gran sensibilidad a las condiciones ambientales.

Su comportamiento migratorio lo lleva a recorrer grandes distancias en busca de condiciones óptimas de temperatura y alimento. Es presa clave de numerosos predadores como peces, aves marinas y mamíferos, y a su vez, es un importante predador de peces pequeños y crustáceos.

¿Dónde se captura el calamar?

El calamar argentino se encuentra principalmente en la Zona Económica Exclusiva Argentina (ZEEA), entre los paralelos 39°S y 52°S, pero también es habitual su presencia fuera de la ZEEA, en la denominada “Milla 201”, una zona de alta presión pesquera internacional. Existen dos áreas claves:

  • Al norte del paralelo 44°S, donde se explota principalmente el stock bonaerense-norpatagónico.
  • Al sur del paralelo 44°S, donde se encuentra el stock sudpatagónico, que representa la mayor parte de las capturas argentinas.

Temporadas de pesca

La Resolución N° 973 de fecha 15 de diciembre de 1997 de la entonces SECRETARÍA DE AGRICULTURA, GANADERÍA, PESCA Y ALIMENTACIÓN establece que las empresas armadoras de buques de bandera argentina con autorización para la captura de Calamar podrán comenzar a operar en el área geográfica delimitada por las coordenadas 45° y 48° latitud sur y al este de la línea demarcatoria de la Zona Económica Exclusiva Argentina a partir del 15 de diciembre al 31 de agosto de cada año.

Además, estipula que todos los buques autorizados a la pesca de calamar podrán iniciar sus operaciones dentro de la Zona Económica Exclusiva al sur del paralelo de 44º el día 1º de febrero de cada año, las que no podrán extenderse más allá del día 30 de junio del mismo período, salvo que por razones de conservación, se disponga el cierre anticipado de la temporada de pesca.

De todas formas, es competencia del CONSEJO FEDERAL PESQUERO, en función de sus facultades y las recomendaciones emanadas por el INIDEP, tomar decisiones en relación a estas fechas y avanzar con aperturas o cierres anticipados si fuera necesario, a fin de garantizar la sustentabilidad y conservación del recurso pesquero. 

Relevancia actual

El calamar representa uno de los principales productos de exportación pesquera de Argentina, con mercados clave en China, España, Italia y Japón. Si bien la captura puede ser variable según el año, suele ubicarse entre las 100.000 y 200.000 toneladas anuales, generando divisas y empleo en las provincias con litoral marítimo, como Buenos Aires, Chubut, Santa Cruz y Tierra del Fuego, Antártida e Islas del Atlántico Sur. Particularmente este año se descargaron un total de 205.658 toneladas, un valor que no superaba las 200.000 toneladas desde el año 2008.

Y en este sentido, es importante destacar que parte de la flota que opera sobre esta pesquería tiene un compromiso de procesamiento (o agregado de valor) en tierra, lo que alimenta más la cadena productiva y la generación de empleo.